El accidentado sufrió un golpe en la cabeza y se rompió dos costillas.
Cantasano se interesó por el estado del atropellado y finalmente se entrevistó con él. Este, de origen británico, le explicó que había sido un error propio ya que, acostumbrado a Gran Bretaña, al bajar de la acera a la calzada miró en la dirección equivocada y no se percató de que se acercaba un coche: el de Cantasano. El accidentado no era otro que Winston Churchill.
Esto ocurrió en 1931, mucho antes de que el inglés dirigiera su país contra los nazis.
¿Qué habría pasado si hubiera muerto aquel día? ¿Cómo hubiera cambiado la historia de Europa?
Si leeis esta anécdota podeis ver que hay unas preguntas en lila que nos gustaría que contestárais.
ResponderEliminarUn saludo.