Un SS no podía casarse sin la autorización de sus mandos o autoridades. La novia debía demostrar su procedencia aria siendo necesaria una limpieza de su árbol genealógico hasta el año 1800. Más de 130 años sin mácula, y esto únicamente para casarse con un simple soldado o con un suboficial.
Si una buena mujer, muy aria, eso sí, quería desposarse con un oficial, debía exponer una limpieza de su ascendencia hasta el año 1750. Las pruebas presentadas por las féminas eran examinadas en detalle por la dirección central de las SS. Además, por si esto fuera poco, la mujer debía pasar por una serie de pruebas médicas y físicas.
Por supuesto, una vez concedida la gracia y desposada, la mujer debía formarse y recibía cursos y demás con el objetivo de hacer de ella una mujer diga de su marido. Todo esto con el único objetivo de que los genes arios no fueran mezclados con mujeres indignas de tal virtud y se acabaran estropeando. Esto es una de las muchas atrocidades y absurdos a los que llegó el régimen nazi.
Si una buena mujer, muy aria, eso sí, quería desposarse con un oficial, debía exponer una limpieza de su ascendencia hasta el año 1750. Las pruebas presentadas por las féminas eran examinadas en detalle por la dirección central de las SS. Además, por si esto fuera poco, la mujer debía pasar por una serie de pruebas médicas y físicas.
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